“CONTRA QUE LUCHAMOS EN TRES ESCALAS”

La vida suele tratar de revelarse contra el hombre de paso seguro en Dios, la vida trata y trata de ahogar sus sueños en Cristo hasta el punto de hacerlo dudar y naufragar en la imposibilidad de ver el sueño de Dios realizable., cuando venimos a Dios sabemos que debemos afrontar conflictos en tres tiempos, mejor dicho en tres escalas, las escala 1 es la propia carne de uno mismo que es quizás la mas constante y traicionera en cuanto al plan de Dios para nosotros, la carne solo espera un segundo de descuido para abalanzarse y atacar sin misericordia nuestra vida, la otra escala es la 2 el mundo, y sus incansables ataques por todo lados, la radio, la TV, los periódicos, la música. quizás sea este el ataque mejor organizado contra nuestro plan en Dios, es indudable el ataque del mundo al evangelio y su esencia, el mundo trata de lapidar los principios morales y éticos en un sistema totalmente plagado del mercantilismo al punto de cambiar la figura del hombre y mujer creados por Dios, a un objeto meramente comercial, el mundo es quizás uno de los mayores productores de teorías y filosofías donde niegan la relación de Dios con el hombre, y la existencia de un Dios vivo todopoderoso, quizás el mundo sea un simple objeto utilizado por la tercera escala de batalla; la espiritual, si hemos reconocido una lucha con la carne, con el mundo ahora nos toca reconocer la guerra que se libra día y noche, cada segundo, con las fuerzas del Señor y las fuerzas de las tinieblas, lucha incansable inagotable por las almas de cientos de miles y miles de millones de hombres y mujeres en toda la faz de la tierra, una guerra permanente sin pactos de paz, sin dudas ni titubeos, una guerra real muchas veces no palpable en los ojos terrenales pero tan cierta como la existencia del aire o el agua. La negación de la batalla espiritual no nos hace excepto de participar en ella, hay dos fuerzas poderosas en continua pelea, una con un veredicto de derrota y humillación anunciada, con desprecios inimaginables contra la humanidad, y la otra victoriosa con un veredicto vivo y activo de triunfo en la Cruz del calvario, con miles de cientos de millares de Ángeles creados por el Gran Yo Soy, el Todopoderoso, León de la Tribu de Juda, hoy como cristianos debemos asumir con determinación y compromiso el llamado de Dios avanzar en este mundo y resistir de manera frotar estas tres escalas de batalla que nos comprometemos enfrentar todo hombre de Dios, sin miedos sin pasados amargos sino con un presente seguro y confiando en la roca angula de la iglesia Jesucristo.

Pastor Hugo Díaz
hugodiaz21@yahoo.es
Caracas, 9 junio, 2008